sábado, 2 de noviembre de 2013


Biografía de Gabriel García Márquez

Gabriel José García Márquez nació en Aracataca (Colombia) en 1.928. Cursó estudios secundarios en San José a partir de 1.940 y finalizó su bachillerato en el Colegio Liceo de Zipaquirá, el 12 de diciembre de 1.946. Se matriculó en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Cartagena en febrero de 1.947, aunque sin mostrar excesivo interés por los estudios. Su amistad con el médico y escritor Manuel Zapata Olivella le permitió acceder al periodismo. Inmediatamente después del “Bogotazo” (el asesinato del dirigente liberal Jorge Eliécer Gaitán en Bogotá, las posteriores manifestaciones y la brutal represión de las mismas), comenzaron sus colaboraciones en el periódico liberal El Universal, que había sido fundado el mes de marzo de ese mismo año por Domingo López Escauriaza.

Había comenzado su carrera profesional trabajando desde joven para periódicos locales; más tarde residiría en Francia, México y España. En Italia fue alumno del Centro Experimental de Cinematografía. Durante su estancia en Sucre (donde había acudido por motivos de salud), entró en contacto con el grupo de intelectuales de Barranquilla, entre los que se contaba Ramón Vinyes, ex propietario de una librería que habría de tener una notable influencia en la vida intelectual de los años 1.910 - 1.920, y a quien se le conocía con el apodo de “el Catalán” -el mismo que aparecerá en las últimas páginas de la obra más célebre del escritor, “Cien años de soledad” (1.967). Desde 1953 colabora en el periódico de Barranquilla El Nacional: sus columnas revelan una constante preocupación expresiva y una acendrada vocación de estilo que refleja, como él mismo confesará. Su carrera de escritor comenzará con una novela breve, que evidencia la fuerte influencia del escritor norteamericano William Faulkner: “La hojarasca” (1.955). La acción transcurre entre 1.903 y 1.928 (fecha del nacimiento del autor) en Macondo, mítico y legendario pueblo creado por García Márquez.

En 1961 publicó “El coronel no tiene quien le escriba”, relato en que aparecen ya los temas recurrentes de la lluvia incesante, el coronel abandonado a una soledad devastadora, a penas si compartida por su mujer, un gallo, el recuerdo de un hijo muerto, la añoranza de batallas pasadas y... la miseria. El estilo lacónico, áspero y breve, produce unos resultados sumamente eficaces. En 1.962 reúne algunos de sus cuentos -ocho en total- bajo el título de “Los funerales de Mamá Grande”, y publica su novela “La mala hora”.

Pero toda la obra anterior a “Cien años de soledad” es sólo un acercamiento al proyecto global y mucho más ambicioso que constituirá justamente esa gran novela. En efecto, muchos de los elementos de sus relatos cobran un interés inusitado al ser integrados en “Cien años de soledad”. En ella, Márquez edifica y da vida al pueblo mítico de Macondo (y la legendaria estirpe de los Buendía): un territorio imaginario donde lo inverosímil y mágico no es menos real que lo cotidiano y lógico; este es el postulado básico de lo que después sería conocido como realismo mágico. Se ha dicho muchas veces que, en el fondo, se trata de una gran saga americana. Macondo podría representar cualquier pueblo, o mejor, toda Hispanoamérica: a través de la narración, asistimos a su fundación, a su desarrollo, a la explotación bananera norteamericana, a las revoluciones, a las contrarrevoluciones... En suma, una síntesis novelada de la historia de las tierras latinoamericanas. En un plano aún más amplio puede verse como una parábola de cualquier civilización, de su nacimiento a su ocaso.

Tras este libro, el autor publicó la que, en sus propias palabras, constituiría su novela preferida: “El otoño del patriarca” (1.975), una historia turbia y cargada de tintes visionarios acerca del absurdo periplo de un dictador solitario y grotesco.

Algo más tarde, publicaría los cuentos “La increíble historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada” (1.977), y “Crónica de una muerte anunciada” (1.981), novela breve basada en un suceso real de amor y venganza que adquiere dimensiones de leyenda, gracias a un desarrollo narrativo de una precisión y una intensidad insuperables. Su siguiente gran obra “El amor en los tiempos del cólera”, se publicó en 1.987: se trata de una historia de amor que atraviesa los tiempos y las edades, retomando el estilo mítico y maravilloso. Una originalísima y gran novela de amor, que revela un profundo conocimiento del corazón humano. Pero es mucho más que eso, debido a la multitud de episodios que se entretejen con la historia central, y en los que brilla hasta lo increíble la imaginación del autor.

En 1982 le había sido concedido, no menos que merecidamente, el Premio Nobel de Literatura. Una vez concluida su anterior novela vuelve al reportaje con Miguel Littin, clandestino en Chile (1986), escribe un texto teatral, “Diatriba de amor para un hombre sentado“ (1.987), y recupera el tema del dictador latinoamericano en “El general en su laberinto” (1.989), e incluso agrupa algunos relatos desperdigados bajo el título “Doce cuentos peregrinos” (1.992). Nuevamente, en sus últimas obras, podemos apreciar la conjunción de la novela amorosa y sentimental con el reportaje: así en “Del amor y otros demonios” (1.994) y “Noticia de un secuestro” (1.997). Ha publicado también libros de crónicas, guiones cinematográficos y varios volúmenes de recopilación de sus artículos periodísticos: “Textos costeños”, “Entre cachacos”, “Europa y América” y “Notas de prensa”.

Recientemente, la editorial Alfaguara ha publicado una completa biografía de Gabriel García Márquez, “Viaje a la semilla” de Dasso Saldívar. Finalmente, a quien le interese la voz directa de García Márquez, podrá consultar el libro de entrevistas  “El olor de la papaya” (1.982). O, mejor aún, los sucesivos tomos que constituirían la extensa autobiografía del autor, “Vivir para contarlo”, cuyo ejercicio, según el propio García Márquez  comenzó a escribir su obra “Cien Años de Soledad”, a los 16 años pero no poseía los recursos y el lenguaje que lo ayudaran a desarrollarla cabalmente.

Por eso decidió escribir 4 obras iniciales que le sirvieron de preámbulo para pulir su técnica narrativa: “La Hojarasca”; “El Coronel no tiene quien le escriba”; “Los funerales de Mamá Grande”; y “La Mala Hora”, años más tarde escribiría su obra maestra que le hizo merecedor, tardíamente del premio “Nobel” de literatura.

Sinopsis de la obra

La historia de “Cien años de soledad” transcurre en un pueblo llamado Macondo, el cual fue fundado por José Arcadio
Buendía debido a que éste se marchó de Riohacha junto a su esposa, Úrsula Iguarán, por haber matado de duelo a un hombre. Ellos se habían casado a pesar de ser primos, un precedente indicaba que de un matrimonio en el cual hubieran vínculos familiares podía nacer un hijo con cola de cerdo, pero por suerte eso no ocurrió. Tuvieron tres hijos, y así empieza la historia de la familia Buendía, que es la primera generación que comienza por describir Márquez.

Luego aparece un personaje llamado Melquíades,
un gitano de múltiples conocimientos intelectuales, y que afirmaba poseer las claves de Nostradamus, razón por la cual le deja escrito a José Arcadio un pergamino, el mismo pasa de por las seis generaciones sin haberse podido descifrar.
Solamente el último Aureliano, luego de que se cumpliera el mito de que el hijo de familiares nacería con cola de cerdo y se lo comieran las hormigas, pudo revelar las claves con que estaba
escrito aquel pergamino. Éste contenía nada menos que la historia de la familia ordenada en tiempo y espacio, pero escrita cien años antes.
“Cien años de soledad” es la historia de un pueblo y de una familia ficticia, pero que es una representación de la realidad en la que vivimos, de nuestra sociedad y de cada
uno de nosotros, a pesar de que fue escrita hace varios años, su vigencia es notoria. Ya que en esta obra se pueden ver todos las modificaciones que se producen a raíz del odio político, las guerras civiles, los intereses económicos, las matanzas, la pobreza, la desesperanza, el conformismo, la llegada de inmigrantes, e innumerables cosas más. Y, si bien el autor describe hechos mágicos o fantásticos que no suceden en la vida real, hoy en día pasamos en alto o tomamos como “normal” hechos que no deben ser parte de nuestras vidas, como los robos, los asesinatos, las crisis sociales, los secuestros, etc.

Gabriel García Márquez nos llama a cada uno de nosotros a reflexionar, a pensar realmente
en qué queremos ser, en qué debemos aprovechar la oportunidad que tenemos en esta tierra, porque ésta es única e irrepetible y depende solamente de nosotros nuestro futuro, si queremos vivir felices o en soledad.

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